En el espíritu de la lectura y el salmo. San Lucas nos ofrece lo que pudiéramos denominar “un salto de calidad” en la revelación de Dios a los hombres. El Reino de Dios que ha inaugurado Jesús es una Nueva Realidad manifestada en los cielos abiertos que contemplamos en el Bautismo del Jordán.
Jesús, que acaba de elegir a sus doce apóstoles, comienza la predicación del Reino no solo con palabras, sino con signos y testimonios que hacen presente a Dios.
No es fácil tarea, pero no estamos solos. Al igual que Daniel, acudamos al Señor, confesemos con humildad nuestras faltas y carencias, pero, con la alegría del perdón y la misericordia, seamos testigos y portadores de esta Esperanza.